Los imaginarios y el poder de la imaginación

Abel Amutxategi

«(…) aquel fuego era como todas las cosas que se inventaba Amanda: imaginario. La biblioteca no corría ningún peligro de incendiarse (…) y sin embargo las personas imaginarias sentadas a su alrededor estaban calentitas y a gusto bajo aquella luz parpadeante.»

Los imaginarios, de A. F. Harrold, es una de esas historias infantiles que los lectores adultos van a disfrutar de un modo especial. ¿Te acuerdas de Toy Story 3? ¿Te emocionaste al ver cómo Andy crecía y se despedía de sus juguetes? Bien. Pues prepárate para que te suceda lo mismo con Los imaginarios, pero multiplicado por cien.

Los imaginarios es una fábula intemporal sobre el poder sanador de la imaginación

Amanda tiene un amigo imaginario llamado Rudger. Ningún adulto puede verlo. De hecho, la mayoría de ellos tienen la molesta costumbre de llamarlo Roger y de clavarle los dedos en el estómago cuando hacen ademán de saludarlo con un apretón de manos.

Pero Amanda tiene también un vecino muy peculiar. Uno que viste camisas hawaianas y que SÍ puede ver a Rugder. Es el señor Bunting.

A pesar de ser un adulto, el señor Bunting va siempre acompañado de una amiga imaginaria de aire MUY siniestro.

Y si su nombre corre de boca en boca por todos los seres imaginarios que viven entre nosotros, es porque se dice que se alimenta de ellos.

Lo primero que llama la atención de Los imaginarios, en el plano narrativo, es que tiene una estructura muy adulta. La introducción nos sitúa en el mismo corazón de la historia y nos lanza un directo al hígado que nos obligará a seguir leyendo hasta averiguar cómo ha podido suceder ESO que nunca puede suceder en un libro infantil.

ESO que hará que Rudger se quede solo y tenga que huir del señor Bunting para luchar por su vida antes de que Amanda lo olvide de una vez y para siempre.

Pero las habilidades narrativas de Harrold no son las únicas responsables del disfrute lector, porque las ilustraciones de Emily Gravett terminan de redondear la obra de un modo muy interesante. Además de experimentar con los formatos y las perspectivas, juegan con el color de un modo muy acorde con la historia, destacando detalles aquí y allá con gran habilidad.

Los imaginarios habla de cómo la imaginación puede reconfortarnos. De cómo puede ayudarnos a crecer de niños e incluso salvarnos ya de adultos. Es una historia entrañable y emocionante que va construyéndose hasta un último tramo final tan trepidante que no uno no puede evitar devorarlo de un bocado.

Y es que las cosas imaginarias, como nos explica el propio libro en más de una ocasión, pueden calentarlos el corazón tanto como las reales… si no más.

Ficha técnica:

Título: Los imaginarios
Autor: A. F. Harrold
Ilustradora: Emily Gravett
Editorial: Blackie Books
Edad recomendada: De 9 a 99 años

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