Gianni Rodari y sus 9 formas de enseñar a un niño a odiar la lectura

Abel Amutxategi

Seguro que conoces a Gianni Rodari de clásicos como Cuentos por teléfono o Cuentos escritos a máquina. Ni sé la de veces que leí de niño mi ejemplar de esa última antología de relatos. Me llegó como parte de la mítica Biblioteca Juvenil de Salvat-Alfaguara, y ya nunca se separó de mí. Si me apuras, ¡diría que esa colección que hizo más por la lectura infantil en la España de los 80 que media docena de planes de fomento de la lectura!

Pero Gianni Rodari no fue sólo un escritor de los buenos. También un destacado periodista y pedagogo, aunque eso sólo lo descubriera al encontrar su Gramática de la fantasía en una biblioteca pública. Rodari intenta responder a la pregunta de cómo se inventan las historias a través de ese libro, y desgrana en él varias formas de crear historias y, sobre todo, de ayudar a los niños a crearlas por sí solos.

Hace años, la editorial Blackie Books decidió ir recuperando poco a poco el legado de Gianni Rodari. Y, además de publicar dos antologías muy completas del autor, publicó también un libro que yo no conocía hasta entonces: Escuela de fantasía.

La Escuela de fantasía de Gianni Rodari pretende ser un compendio de reflexiones sobre la educación para profesores, padres… y niños, claro. Porque el niño fue siempre el centro de todo el trabajo de Rodari, y así creo que debería ser en todo lo que toque la educación de algún modo.

Pero lo primero que me sorprendió de ese libro fue su póster promocional: una lámina de gran formato en la que Gianni Rodari presentaba sus famosas nueve formas de enseñar a un niño a odiar la lectura.

Los adultos tenemos un importante papel en el fomento de la lectura infantil

Son estas:

9 formas de enseñar a un niño a odiar la lectura, según Gianni Rodari

1. Presentar el libro como lo contrario de la televisión

«En vez de ver la tele, deberías estar leyendo». De frases como esta no puede salir nada bueno. Es cierto que la mayoría de niños pasan demasiadas horas frente a una pantalla (lo que puede llegar a ser un problema, especialmente si esta está encendida), pero no tiene sentido que les enseñemos que los libros son lo contrario de esos dibujos animados que tanto los divierten, o de esas series, o de esos juegos de consola, o…

Mejor emplear otro tipo de acercamiento más didáctico que no los espante, ¿no te parece?

2. Prohibirle leer comics porque estos son «libros malos»

Dejando a un lado que esto solo podría decirlo alguien que no hubiera leído un comic en toda su vida, los comics pueden ser una excelente entrada a otro tipo de lecturas… ¡y unas excelentes experiencias literarias en sí mismos!

Más que criticar al niño por leer comics, tal vez deberíamos empezar a leerlos con mayor frecuencia los adultos. Recordemos que, cuando más variada sea nuestra dieta literaria, mejor será nuestra salud mental.

3. Decirles a los niños de hoy que los de antes leían más

¿Cuándo es ese antes? ¿Podemos decirle eso a un niño sin que se nos caiga la cara de vergüenza, cuando es ahora cuando tenemos un mayor índice de alfabetización? Sea como sea, los niños son unas criaturas del presente. Y diciéndoles que los libros son cosa del pasado, lo único que conseguiremos será que huyan de ellos a la menor oportunidad.

4. Considerar que los niños tienen demasiadas distracciones

Decir esto equivale a no entender la vida de los niños de hoy en día. Lo importante no es lo vacía o lo llena que un niño tenga su agenda, sino el lugar que los libros tienen en ella. Y me temo que los libros tendrán en la agenda del niño el mismo lugar que tengan en la de su familia.

5. Culpar a los niños si no les gusta leer

El niño nunca tendrá la culpa de que no le guste leer. Si no le gusta leer, será siempre porque los libros que han llegado a sus manos no han conseguido conectar con ninguno de sus intereses. El mercado editorial, por desgracia, lo llevamos los adultos, y no siempre logramos conectar con esos intereses ni mucho menos. Sigamos buscando hasta encontrar el libro adecuado.

Dicho todo esto, y siendo como soy un irredento adicto a la lectura, tampoco creo que pase nada si no logramos encontrar ningún libro que conecte con nuestro hijo. Como padres, sería un gran fracaso transmitirle que hay algo «estropeado» en él sólo porque no le gusta leer.

6. Transformar el libro en un instrumento de tortura

La copia de textos para practicar la caligrafía, la división silábica, el análisis gramatical, el morfológico… La lectura muchas veces deja de considerarse un fin en sí misma para convertirse en un medio para el estudio de «cosas serias». Cualquier niño con dos dedos de frente trataría de escapar de esa tortura por todos los medios que encuentre a su alcance. Y la mayoría de los adultos también, siendo sinceros.

7. Negarse a leer a los niños

Muchos padres dejan de leer a sus hijos en cuanto estos aprenden a leer. Es bueno que los niños sean autónomos. Es, de hecho, muy conveniente. Pero ser autónomo no significa hacerlo todo por uno mismo, sino «poder» hacerlo todo por uno mismo.

Estoy seguro de que cada uno de los miembros de tu unidad familiar no se hace su propia comida, ¿verdad? Pero «podríais» hacerla si hubiera necesidad. Apliquémosle esa misma filosofía también a los niños, porque la lectura en voz alta puede servir para crear momentos de complicidad y fortalecer los vínculos familiares. Intentemos que los niños asocien siempre la lectura a sensaciones placenteras como estas.

8. No ofrecerles suficiente variedad

Si nosotros no leemos el primer libro que cae en nuestras manos, ¿por qué deberían hacerlo los niños? Deja que tu hijo revuelva en librerías y bibliotecas hasta elegir por sí mismo su próxima lectura. Y elija lo que elija no lo juzgues, que nos conocemos.

9. Obligarlos a leer

No hay sistema más infalible para que un niño odie la lectura que el simple obligarlo a leer. Pruébalo. O mejor, deja que lo prueben otros.

¿Conocías estas nueve reglas? ¿De qué otras formas crees que le podríamos enseñar a un niño a odiar la lectura?

Si te han parecido interesantes, ¡compártelas en redes sociales para que todo el mundo pueda leerlas! O mejor date de alta en mi lista de correo para no perderte ninguna de mis entradas.

Deja un comentario

*

Pin It on Pinterest