La oruga que nunca tenía suficiente

Abel Amutxategi

A la oruga Hermenegilda le gusta tanto comer, que nunca tiene suficiente. Devora árboles y césped hasta que su cuerpo crece tanto que da la vuelta al mundo.

¿Quieres saber lo que sucedió entonces?

Los Cuentos Cortos para Lavarse los Dientes son unos cuentos narrados en poco más de dos minutos para que los niños puedan escucharlos mientras se lavan los dientes. ¡Olvídate de los relojes de arena y asegúrate de un modo divertido de que tus hijos se cepillan el tiempo suficiente!

Puedes disfrutar de este cuento infantil en formato audio:

O en formato vídeo:

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1 comentario en “La oruga que nunca tenía suficiente”

  1. Se quedo inmovil, observando el mundo que le rodeaba, y sintio que la vida era demasiado hermosa para no transformarse con ella. Estaba cansada y al mismo tiempo agradecida de su vida como oruga, pero sabia que habia llegado el momento de convertirse en otro ser. La oruga se quedo dormida sintiendo una gran paz a su alrededor y pensando que su destino era ser algo mas que una simple oruga. Durmio y durmio, haciendo crecer a su alrededor una crisalida, un caparazon que la mantuvo con esa sensacion de paz el tiempo suficiente para convertirse en otro ser.

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